lunes, 10 de junio de 2019

Para detener la Tuberculosis



Finalmente la sangre no llegó al río, nuestro pabellón no fue tomado por manos oscuras. Al final de todo este embrollo una pregunta quedó flotando ¿y dónde ponemos entonces a los pacientes de neumología?

Para responder en parte a esta pregunta debemos retroceder un poco para explicar, despacio y claro, como con figuritas, para que algunos “expertos” que fungen de consejeros lo entiendan.

La Tuberculosis (TB) pulmonar tanto de cepas sensibles como de cepas multirresistentes son un problema latente en un hospital de tercer nivel que atiende a personas de una ciudad hiperendémica de TB como es la ciudad de Lima.

Por lo general los casos de TB pulmonar son detectados en los servicios de Medicina Interna, en la consulta ambulatoria y en las salas de hospitalización, así como en los diversos ambientes del servicio de Emergencia. Un asunto adicional es que por diversos motivos algunos de estos casos no son percibidos o diagnosticados oportunamente constituyendo un riesgo de transmisión nosocomial a otros pacientes, personal de salud y familiares.

Las formas pulmonares de TB son las contagiosas y entre ellas sobre todo las llamadas formas cavitarias o las que se acompañan de compromiso laríngeo.

Los bacilos tuberculosos expelidos por un paciente con formas pulmonares de TB permanecen entre a 2 a 8 horas suspendidos en el aire, el tiempo depende del grado de ventilación de la sala de hospitalización o el consultorio. Los pacientes con cepas sensibles en tratamiento permanecen bacilíferos hasta dos semanas luego de iniciado el tratamiento, en cambio los pacientes con TB MDR pueden contagiar durante semanas a meses.

Existen entonces medidas de protección que todo establecimiento debe tomar:

1. Aislamiento: Los casos contagiosos deben permanecer en aislamiento respiratorio y tanto el personal de salud como los visitantes deben utilizar medidas de protección respiratoria como el uso de los llamados respiradores N95. Adicionalmente, los pacientes bacilíferos deben utilizar una mascarilla. Es necesario recalcar que aislamiento respiratorio es un proceso no un espacio.

Por tal motivo, en las salas de uso compartido el uso de mascarillas y espiradores N95 son obligatorios para el personal que atiende casos sospechosos o confirmados de TB pulmonar.

2. Segregación En las salas de hospitalización los pacientes con TB pulmonar deben ser separados de los otros pacientes, de preferencia cerca de una ventana que esté abierta. La arquitectura propia del hospital, de techos muy altos y ventanales permite sobrepasar largamente los recambios de aire recomendados por las normas internacionales.

Sin embargo, los pacientes con TB MDR si deben estar en habitaciones especialmente acondicionadas.

3. Ventilación Se debe lograr la recirculación de aire para alcanzar al menos 12 recambios de aire por hora.

  1. Abriendo ventanas y claraboyas en ambos extremos de la habitación de modo que se logre la circulación del aire y su salida hacia el exterior. El aire debe circular desde la zona menos contaminada (con aerosoles cargados de bacilos TB) a la más contaminada.
  2. Utilizando sistemas de recirculación de aire (ventilación mecánica) con el uso de ventiladores de ventana.
  3. Utilizando extractores de aire que generen una presión negativa de modo que a la habitación siempre ingrese aire limpio.

Los sistemas de extracción de aire deben hacer que el aire recircule ingresando debajo de una puerta, atravesando la habitación y haciendo que el aire salga por una ventana o respiradero hacia una zona abierta –jardín- nunca hacia una sala cerrada o sala de espera


4. Sistemas de filtración de alta eficiencia A través de los filtros HEPA (High Efficiency Particulate Air), los cuales deben ser colocados correctamente y son mejores en salas pequeñas. Se deben respetar las indicaciones del fabricante y asegurar que se utilice el equipo con la potencia adecuada de acuerdo a su ubicación espacial dentro de la habitación y la cantidad de pacientes que permanecen dentro.

5. Luz Ultravioleta (UV) La luz UV tiene un efecto germicida y es efectiva contra M. tuberculosis. Sin embargo, la intensidad de la luz y el tiempo de exposición deben ser regulados para evitar los efectos adversos a la exposición prolongada. Se debe tomar en cuenta además que su eficacia disminuye en ambientes con una humedad mayor al 70%.

6. Sala de aislamiento para pacientes con TB MDR Los pacientes con alta sospecha o con diagnóstico confirmado de TB MDR deben permanecer en una sala de aislamiento que cumpla con los sistemas de ventilación y filtración de aire como figuran en las normas internacionales y en el MINSA. Las decisiones técnicas deben estar en manos de ingenieros sanitarios. Es decir, volver a los antiguos sanatorios para tuberculosos.

Las medidas de aislamiento respiratorio y ventilación ya descritas deben ser utilizadas de inmediato, es cuestión de voluntad y sensibilización al personal. Cada mañana un grupo de enfermeras recorre el hospital registrando hechos epidemiológicos, su campaña con el lavado de manos ha tenido relativo éxito, añadir temas como la ventilación  y el uso de N95 son tareas pendientes.

El destino de una sala acondicionada, mediante ingeniería sanitaria de verdad, puede encontrar un espacio en los siguientes sitios sugeridos:

  1. La denominada sala de hospitalización de especialidades médicas No. 2, pero a la que hay que instalar sistemas de extracción de aire, filtros y luz UV pues su ventilación natural es nula y por el momento constituye un espacio de riesgo respiratorio.
  2. Los ambientes en el edificio asignado a Neumología, con una adecuada redistribución de espacios. Una visita rápida demuestra que algunos ambientes están sub utilizados y no se conoce cuál es el destino del cuarto piso que esta bajo candado.
  3. Ampliación de cuatro camas al servicio ya establecido para TB MDR, haciendo que la sala de Fibrobroncoscopía sea trasladada al edificio de Neumología luego de una adecuada redistribución de espacios.
  4. Implementación de una sala ad hoc en una de las alas del segundo piso del complejo que originalmente era la Escuela de enfermeras, dicho edificio esta rodeado de jardines, tiene los techos altos que permiten la colocación de sistemas de ventilación con falso techo y lo mejor es que existen ambientes actualmente vacíos. 

Discutir lo expuesto, técnicamente y con transparencia, haría muy bien al manejo del problema que impone la atención de casos de TB. Digo problema pues el contagio nosocomial del personal es una realidad que no se soluciona solo tomando radiografías de tórax y pruebas de tuberculina al personal ingresante si es que no se les ofrece un ambiente libre de bacilos.  

Para ello, se requiere de diálogo abierto, evidencia científica y opiniones técnicas que existen en abundancia. En lugar de andar con “expertos” que predican vanamente normas en la oscuridad y debajo de la mesa y que desde hace más de dos años demuestran con sus actos que persisten en el error.

Para muestra de esto último, el error sistemático, estará el post de los siguientes días.