Debido a que los resultados finales aun no se han hecho publicos no podré mencionarlos, pero no puedo dejar de aplaudir el esfuerzo de hormiga desplegado para obtener las fuentes de gasto. En esto tambien debo resaltar la apertura de las diversas instituciones para mostrar sus estados financieros.
Pero las cifras macro muestran tendencias interesantes, como que los gastos en tratamiento (léase TARGA) son casi la mitad del gasto, mientras que la prevencion apenas alcanza la tercera parte, porcentaje mayor que el invertido en gastos en investigación.
De esto se puede deducir que si se continúa la tendencia de gasto, que para todo término debe ser considerado como inversión en el capital humano, confirma que las actividades de lucha contra el SIDA se han TARGArizado en desmedro de las actividades preventivas, de este modo será muy dificil alcanzar la meta del 50x11 en los poco mas de 2 años y medio que faltan.
Por otro lado, la seguridad social continúa como la entidad que mas invierte en la compra de antiretrovirales, seguida del MINSA. En cuanto a proveedores de salud en el sector público las ONGs se han perfilado en los últimos años como un sector importante.
La presencia de MEGAS introduce una figura de transparencia, ausente durante muchos años en las políticas de lucha contra el SIDA, oscurantismo que tuvo sus picos durante los primeros años del presente siglo y que fue perjudicial en la programación de metas factibles y razonables en el diseño de programas sanitarios en el area del VIH e ITS.
Por el bien de las políticas sanitarias saludamos la inclusión de MEGAS como herramienta de análisis y planificación.
