miércoles, 9 de octubre de 2019

Miopía institucional



El reciente comunicado del Colegio Médico del Perú invocando a mantener la institucionalidad democrática del país respecto a la disolución del Congreso de la República trae más preocupaciones que certezas.

De dicho comunicado se desprenden algunas conclusiones,  para el CMP: la ciudadanía es inerte y no ha expresado sus emociones y opiniones ni en la calle ni en otros medios, la democracia esta en peligro por una aparente disputa entre los poderes del Estado quienes tendrían profundas diferencias en el enfoque político sobre el gobierno del país, vivimos en un estado de anarquía donde se ha violentado la constitución, sobre todo por parte del Ejecutivo, quien en forma irresponsable y acaso como una forma de venganza ha disuelto el Congreso.

Nada más alejado de la realidad, lo que trasluce por parte del Comité Ejecutivo Nacional una inadecuada lectura de los hechos y una preocupante limitación en su capacidad de análisis.

El estado de cosas al que hemos llegado es producto de una serie de lamentables y bochornosos acontecimientos que data desde los inicios del nuevo gobierno en el 2016. No en vano, el presidente electo fue amenazado con dos procesos de vacancia y luego de un oscuro proceso de denuncias terminó con su renuncia y posterior prisión preventiva. En el camino se destaparon enormes casos de corrupción, en la clase política, empresarial y en el poder judicial traduciendo un estado de descomposición moral y cívica donde grupos delincuenciales han utilizado la política, entre otros vehículos, como medios para lucrar y conseguir impunidad. Como consecuencia de ello, tenemos un ex presidente vuelto a prisión, otro suicidado, un tercero en investigación –antes preso- y un último bajo prisión y en proceso de extradición. Ex gobernadores, alcaldes, empresarios, lobbistas y funcionarios medios son procesados y encarcelados.

A diferencia de años anteriores, donde los arreglos quedaban en la trastienda, las investigaciones y diligencias judiciales eran amañadas con la anuencia y ceguera optativa de medios de comunicación complacientes. Hoy la vigilancia ciudadana, medios digitales de periodismo, redes sociales, sociedad civil organizada y un grupo de fiscales independientes han logrado destapar y detener las actividades de corrupción. Por primera vez se observa un sistema de castigo y limpieza de la corrupción, aun imperfecto pero presente al fin. Algo que destacan incluso  algunos países vecinos.

La sociedad civil ha identificado la corrupción, junto a la inseguridad ciudadana, como uno de sus problemas fundamentales y esta harta de la inacción y la impunidad de nuestra clase política y poder judicial, así lo ha expresado en la calle mediante marchas y en sus opiniones vertidas en encuestas y en redes sociales.

La “disputa” a la que alude el comunicado del Colegio Médico es producto de las acciones del Poder Ejecutivo en su estrategia de combatir una corrupción enquistada en el Estado y en la sociedad. Lamentablemente el Poder Legislativo ha sido seriamente afectado por el accionar de grupos que utilizando malamente el poder otorgado por el acto electoral han actuado en beneficio propio antes que en los intereses de la nación.

Un seguimiento cercano, serio y objetivo de los hechos puede distinguir claramente de qué lado esta la razón jurídica y el sentir popular. Aquí no se ha roto la democracia ni el estado de derecho, la economía se mueve por otros cauces y factores, acaso el impacto de estos acontecimientos sea mínimo pues la economía mundial influye más que los exabruptos de algunos ex congresistas. Existe una calma social que se siente a diario y si bien hay un gran ruido político, este será temporal y se irá apaciguando a medida que pasen los días y nos acerquemos a las elecciones parlamentarias convocadas para el próximo enero. Ni la Constitución ha sido violentada y la única crisis de legitimidad la tienen los ex congresistas quienes vienen dando tumbos jurídicos y mediáticos.

La historia republicana ha sido testigo del desempeño cívico y político de médicos como insignes tribunos y activos participantes de la política nacional. Lo que significa que el ejercicio de la medicina no se riñe con la actividad política seria y alturada.

Sin embargo, en las últimas décadas se extraña un tanto esa participación y más aun se lamenta que algunos colegas hayan derivado su actividad profesional en acciones reñidas con la ética profesional o se hayan diluido en frivolidades faranduleras.

Uno espera de un colegio profesional una adecuada lectura de los hechos y cuando las cosas no aparecen claras que trace un derrotero que nos lleve al lado correcto y enderece a algunos despistados. La historia ha demostrado que cuando se es complaciente con la corrupción y las malas artes se termina devorado por ellas.

Claramente en el momento actual se sabe cuál es el lado correcto y éste debe ser apoyado por los ciudadanos, sobre todo por los colegios profesionales. El Perú necesita de acciones firmes que van más allá de las declaraciones retóricas, las medias tintas o aquel pacto infame de hablar a media voz, Gonzales Prada dixit.

La gran mayoría de ciudadanos es consciente de la sucesión de hechos que ha llevado a la disolución del Congreso y aprueba tal decisión. De aquí en adelante se vislumbra un cambio que debería ser para mejorar las condiciones sociales y económicas de la nación peruana dentro del marco de una Constitución que ha sido respetada íntegramente.

Por ello, sorprende la ambigüedad con la que el Comunicado del CMP, publicado en su página de Facebook y no en la web institucional,  aborda los recientes desenlaces políticos. Los problemas se llaman por su nombre para poder enfrentarlos y solucionarlos, no son desencuentros ni nos han puesto al borde del abismo, mas bien, nos ha fortalecido como nación. Tal ambigüedad y tibieza ha merecido críticas de ciudadanos y agremiados que alejan las decisiones del Comité Ejecutivo Nacional, irrogándose una representatividad que va en una peligrosa contracorriente con la mayoría del país.

Las instituciones merecen liderazgos firmes y en sintonía con sus agremiados, claramente este comunicado va en sentido contrario, algo preocupante en momento en que teneos elecciones ad portas en el CMP.