lunes, 11 de octubre de 2010

Los Hospitales de la Solidaridad


Salieron a la palestra entre la guerra sucia electoral: Los Hospitales de la Solidaridad de la gestión de Castañeda.


Con tales centros de salud existe una relación dual con el gremio médico. Al inicio, durante la primera gestión, todo eran críticas: los hospitales servían de aparato de propaganda, en el colmo, hasta las recetas llevaban como colofón el nombre de Castañeda, amén de los afiches y carteles. Los médicos además tenían un régimen insufrible, y me consta porque me llamaron una vez: cuarenta soles por turno de 8 horas, trabajados al destajo, es decir todos los pacientes que pudiera ver en ese tiempo. De esa época quedan los comunicados y revistas institucionales del Colegio Médico, con el tono monocorde de la protesta, que nunca llegó mas allá, debo reconocer, que a nivel panfletario.


Con el tiempo, la reacción se convirtió en un silencio hasta cierto punto cómplice. Y es que en el camino se aprende, los gestores de los hospitales decidieron hacer "alianzas estratégicas", es decir ofrecían los espacios a médicos que hicieran procedimientos o consultas pero con las ganancias repartidas. Siendo una fórmula ganadora para todos, municipalidad, médicos y pacientes, estos últimos beneficiándose de una atención rápida, las aguas volvieron a calmarse. Si a esto le sumamos campañas mediáticas de apoyo social, como el caso de la operación gratuita a la niña Sirena, se cerró el circulo de beneficencia y se santificó el sistema.


En sí mismo el sistema de gestión no es malo, copiando el sistema privado de atención, pero carece de defectos que no deberían ser tolerados en un sistema público. Los hospitales de la solidaridad pertenecen al ámbito municipal, es decir son públicos.


No se conoce si existe una rendición de cuentas y cuanto de lo que ingresa va a las arcas municipales y si estos ingresos se reinvierten en pro de la salud comunitaria. Luego, al atender una gran cantidad de personas, hecho que le ha quitado a los centros del MINSA una gran cantidad de atenciones e ingresos, no conocemos la distribución de patologías y tampoco sabemos si estos casos son reportados para engrosar las estadísticas públicas.


Siendo hospitales del sector público ¿trabajan ellos con protocolos de atención? ¿cómo es el manejo de los insumos y medicamentos? ¿las compras de fármacos se rigen bajo el petitorio nacional? ¿como realizan la disposición de residuos sólidos? ¿tiene un sistema formal de referencia a otros centros públicos o privados?


Los Hospitales de la Solidaridad, no manejan historias clínicas, no tienen archivos, de allí su rapidez en la atención y su buena. Trabajan a destajo y a demanda. Pero la historia de algunos pacientes que llegan a los hospitales pues su problema no ha sido resuelto, esos pacientes cónicos o con condiciones clínicas complejas, deja mucho que desear: el paciente ha vagado por varias especialidades, no ha resuelto su problema, no trae información clínica relevante y viene con poco dinero para continuar el estudio diagnóstico o el tratamiento, la mayor cantidad se la gastó antes. Y este tema si es importante pues no todos los pacientes califican para el SIS y este seguro no cubre todas las enfermedades.


Los puntos sobre las íes. Creo que nadie quiere que el sistema colapse pues ofrece soluciones y da trabajo, pero que debe de ser regulado es un hecho irrefutable. Una lástima que no haya sido hecho por la gestión de Castañeda y una lástima que habiendo estado la misma propuesta en los planes de gobierno de las dos candidatas se desinforme al público de esta manera.


Esta mañana escuché en un noticiero que el sistema se está replicando en las ciudades del interior del país y acabo de corroborarlo navegando en internet. Me temo que más como estrategia de campaña que por un noble interés en la salud pública, y eso sí que es francamente deplorable.

¿El Ultimo Baile?


Debo confesar que por unos instantes consideré la posibilidad remota, pero posibilidad al fin, de votar por Castañeda el próximo año. Pero no lo haré.

No votaré por Castañeda, pase lo que pase, así quede con Keiko y si sucediera esta tragedia viciaré mi voto. A votar tapándose la nariz como en el 2006.

En estos pasados 4 días hemos visto al aún Alcalde de Lima hablando más que en todo el último año. Claro está, solo inaugurando obras. Porque para responder asuntos complicados como el caso Comunicore, los carteles en la Vía Expresa o el del trabajador que tiene un cargo en su gestión, llamado Elmo Man, repartiendo volantes la madrugada del 3 de octubre, calla en todos los idiomas. Ésta ha sido una costumbre desde el inicio de su gestión.

Castañeda ha tenido el hábito de salir en cámaras con la única condición de que se trate de una noticia "positiva", es decir que le haga propaganda. Pero cuando la "papa" se pone caliente se apresura en callar tras sus asesores y comunicadores. Su caso, me hace recordar a la Mimosa pudica, planta sensible al ambiente, que se repliega ante estímulos negativos como un mecanismo de defensa. Solo que aqui el alcalde no debería ser mimoso y más bien si púdico pero con la transparencia de su gestión.
Para Castañeda hacer obra es dejar concreto sobre más concreto. Pero las obras municipales o las de gobierno significan mas que eso, es necesario introducir correctivos en los procesos. Ejemplos hay muchos pero mencionaré dos emblemáticos: el caos del transporte y la seguriddad ciudadana, en los cuales el avance ha sido nulo. Al contrario, Castañeda ha escapado de los problemas: cuando las Revisiones técnicas iban a dar malas noticias, las pasó al Ministerio de Transportes, cuando se habla de reordenar el caos vehicular se queda mudo, cuando se siembran dudas en su gestión, prefiere actuar de second de Kina Malpartida. Cuando se habla de los defectos y sobrevaloración en el Metropolitano denuncia guerra sucia. No se una señal que diga que va acambiar si llega a la Presidencia.

No se puede negar que bajo su mandato la fisonomía de la ciudad ha cambiado, pero eso no es suficiente para alguien que quiere tentar cargos más altos. Alberto Andrade hizo lo mismo, mejoró la vista capitalina dentro de su presupuesto, a pesar de haber sido asfixiado por la dictadura fujimontesinista, y, al menos, tuvo el coraje de recuperar el Centro de Lima, desplazando el comercio ambulatorio y a los cachineros del corazón histórico de la capital, a pesar que la medida fue muy impopular en algunos sectores sociales y se veía casi imposible de realizar.


De aquí a las elecciones faltan aún varios meses. Este rush impresionante de inauguraciones es explicado por la necesidad de presentar mas concreto. No se puede dudar que es importante, pero el país tiene problemas mas serios que remodelar teatros, museos o parques. Abrirse al país es un tarea mas seria y veo que allí su figura se hará mas pequeña.
No da la talla, y eso, no lo dudo.
En la foto: Mimosa pudica.

De Regreso


Luego de un prolongado silencio de casi 8 meses, donde fui abducido por las demandas académicas y laborales. Me he dado cuenta que este lapso ha sido demasiado y que debí tomar unos minutos para poner por escrito todo lo que se ha vivido.


Nuestro país y mas cercanamente nuestro cotidiano andar por la sociedad nos han traído de un lado a otro, y hasta cierto punto, jaloneado nuestra atención de temas importantes. Un año electoral "bisagra" entre 20010 (municipales) y 2011 (presidenciales) afectan a cualquiera.


Faltan escasos dos meses para cerrar un año, como todos en el Perú, lleno de turbulencias, dramáticas y divertidas, pues los peruanos siempre, aún en la adversidad logramos reírnos de cualquier cosa.


Es hora ya de iniciar el balance


miércoles, 10 de febrero de 2010

Sobre la Historia de la Candidez Periodística y la Supuesta Malignidad Médica


Por definición el acrónimo SOAT es Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito, así que el mal llamado SOAT médico es una barbaridad desde el nombre.


En primer lugar no voy a justificar ni atenuar la presunta negligencia cometida en la amputación incorrecta de una pierna sana en el Hospital Sabogal, por tal motivo no estoy de acuerdo con el comunicado de los "coleguitas" aparecido hace unos días en algunos diarios, condenando las acciones administrativas en Essalud y las declaraciones del Decano del CMP. Me parece mas la estrategia de siempre, desviar la discusión hacia puntos banales y caminos sin salida, enredarlo todo y quedar como al principio.


Creo que es potestad de la cabeza institucional el escuchar a las partes, investigar y tomar decisiones administrativas en forma rápida. Obviamente el supuesto afectado tiene el derecho al reclamo y el acusado debe actuar con prudencia y celeridad para aclarar el hecho y defenderse lo mas pronto posible. El levantar banderolas con un tufillo sindical no conduce a nada y seguirá manchando nuestra ya alicaída imagen en la opinión pública.


Por otro lado, me sorprende la rapidez con la que se juntaron los supuestos casos de negligencia, no solo en el Hospital Sabogal sino en otras dependencias del seguro. ¿Un psicosocial? ¿Una estrategia comunicacional de las compañías aseguradoras? ¿un conflicto partidario en Essalud? Y los medios se los comieron todos (los casos), sin verificar a la otra parte lanzaron una andanada de noticias, comentarios y puyas, parece que n aprenden de sus propias experiencias o no se acuerdan de la patinada que tuvieron con el caso de los Pishtacos.


Pero no fueron los únicos, el Presidente del Poder Judicial habló de un serial killer en Essalud y el presidente del Consejo de Ministros justo se acordó de un problema similar con un conocido suyo. para empezar el Dr Villa Stein debería ser más cuidadoso con lo que dice y preocuparse mas de sus problemas internos: la absolución de sospechosos de asesinato, el descarte de pruebas del caso los petroaudios, los problemas de competencia con el fuero militar, y siguen...; en tanto desde la PCM, mejor que se preocupen de las catástrofes en Cusco y Puno, que ya han provocado muertes y pérdidas por falta de prevención, pero eso es asunto que tocaremos mas adelante.


Regresando al Seguro Médico, parece que el asunto de fondo, al menos la versión popular, va por el hecho de tener un monto que cubra las complicaciones ocurridas con el paciente. Peor sería, y moralmente muy discutible, que el médico cree un "pozo monetario" pagando una prima, a fin de que pueda pagar las indemnizaciones de las demandas que le harán los pacientes. Ese tema no sólo es inmoral sino parece un calco de situaciones que se vivieron en los Estados Unidos hace ya casi 20 años. Se pretendería repetir un modelo perverso a sabiendas solo con el fin de ganar dinero.


En los círculos de negocios no es un secreto que para introducir un "producto" llamado un commodity, el jefe del área elabora un plan de negocios, estudia el mercado, a sus clientes y prepara las estrategias de venta y las proyecciones de ganancia y el porcentaje de participación en el mercado. Por ejemplo, el seguro de robo de tarjeta de crédito es un producto, como el seguro vehicular.


Por ello, el mercado de los errores médicos es una perita en dulce, ya que las compañías aseguradoras deben haber establecido el "grado de siniestralidad" del acto médico y los montos de una prima, que multiplicados por los miles de médicos deben de reportar una gran ganancia, ya que si no fuera así no entrarían al mercado, puesto que las referidas compañías no son instituciones de caridad.


Ahora bien, los lobbies son poderosos, si antes habían empujado a congresistas a luchar por el seguro médico, ahora parece han empujado a alguien o algunos para lanzar un proyecto de ley. Sorprende sí, ya que el Ejecutivo, tan lerdo en su capacidad de respuesta oportuna a problemas coyunturales, el Baguazo para citar solo un ejemplo, ha sido muy rápido en enviar un proyecto de ley al congreso.


Hablemos ahora del Seguro de marras en el caso de vehículos ¿cuando alguien sufre un siniestro, el seguro cumple inmediatamente?, la respuesta es no, primero evalúa las condiciones del siniestro y luego decide si compensa o no, en el caso de seguros de salud, el potencial asegurado pasa por una serie de exámenes para probar su buena salud y si tiene "condiciones preexistentes" sencillamente no lo asegura. A mayor tasa de siniestros, mayor es la prima.


En las condiciones actuales del sistema sanitario del MINSA, los riesgos de error son altos: mala infraestructura, pobre capacitación y profesionalismo del personal paramédico. En Essalud, ocurriría una situación particular, cuentan con recursos, el personal no lo sé, pero tienen un sistema de atención "a destajo" que despersonaliza el contacto con los pacientes, lo que importa es la productividad. En el sistema privado hay un mercado persa, los hay muy competentes y con tecnología, como otros mal preparados y en malas condiciones.


Indudablemente lo costos de atención subir´pan y se cargarán al paciente, si alguien llega con cefalea, no parará hasta la tomografía por el riesgo muy alejado de un tumor cerebral, pero riesgo al fin que puede ser fatal si nos encontramos con un abogado con dos neuronas funcionando y con gran apetito monetario. Claro, esto no lo ven las compañías de seguro, total el gasto no lo hacen ellos.


Que debe existir un fondo de compensación a los errores, me queda claro, pero este debe de ser asumido por la institución, en el caso de la práctica privada aislada se puede idear un mecanismo que pueda ser asumido por el paciente, ya que como en otro orden de cosas, los sobrecostos siempre son asumidos por el consumidor. Un amigo me planteó hace unos días el caso de los seguros de viaje, ellos son asumidos por el viajero, no por el sistema de salud.


Por el lado médico, y por enésima vez lo repito, debemos establecer mecanismos de capacitación, supervisión y corrección de errores, desde el pregrado hasta el post grado, incluyendonos a los experimentados. Eso debe de ser parte de nuestra honestidad profesional, en el sentido de asumir que nos podemos equivocar y que la supervisión no solo protege al paciente sino al médico. Nosotros no somos autarquías ni miembros de una casta especial y debemos de desterrar la conducta de ofendernos porque rendimos cuentas de nuestro trabajo, algo que veo ahora hasta en los residentes.


Por el lado de las autoridades, el Ministro tiene el difícil rol de ser el fiel de la balanza y proteger a los pacientes de los errores y a los médicos del apetito de las aseguradoras, y al Decano del CMP ejercer su autoridad política para ver más allá de la coyuntura y la rapiña.