lunes, 21 de mayo de 2012

Responsabilidad Etica sobre la Vida Marina


Foto: Maylen Estrada

Nuevos indicios en el caso de las aves marinas que vienen muriendo en nuestras costas apuntan a la inanición como la causa más probable. Solo hace unos días, me comentaron de la aparición en la azotea de un edificio de un guanay desorientado y desesperado. Vanos fueron los intentos para alimentarlo, estas aves se alimentan de anchovetas, cuya disponibilidad es casi imposible en su forma fresca en los mercados de la ciudad. El ave sobrevivió solo dos días. Durante este periodo se trató de ubicar a asociaciones protectoras de animales, e incluso a la policía ecológica,  pero no fue posible establecer un contacto claro.

Por otro lado, leo hoy en La República, quien cita a su vez a un vocero de ORCA PERU, los resultados de la necropsia practicada a los delfines muertos masivamente en las playas del norte del país: ruptura de los huesos óticos y hemorragia del oído medio, todos ellos del lado derecho; asimismo, se observa embolia gaseosa en órganos como el hígado y los riñones, consecuencia de un rápido ascenso desde zonas más profundas del mar, lo que se conoce como un síndrome de descompresión.  Estos hallazgos sugerirían un trauma acústico de causa no identificada. Los resultados del tamizaje de bacterias, virus y parásitos ha dado negativo y han sido descartados como causa de muerte.

Las poblaciones de seres vivos, a excepción de los humanos, se mantienen en un delicado equilibrio ecológico. Las alteraciones masivas y repentinas en el número de determinadas especies, provocados en esta caso por una excesiva mortalidad alteran el equilibrio de las otras especies. No queda claro, aunque si la sospecha que la actividad del ser humano tiene que ver en parte con ello. No podemos hacer nada con los cambios de clima o con la aparición de corrientes marinas cálidas pero si podemos ser conscientes del impacto que generan las actividades extractivas de todo tipo en el mar.

A pesar, o creo mas bien debido a ello, el tener miles de kilómetros de costa nos da la impresión de considerar que los recursos marinos son infinitos y que el mar aguanta todo: drenajes de desechos, evacuación de desmontes, pesca indiscriminada, artefactos en desuso, exploración minera, etc. Sin embargo, creo que ya es hora de que todos asumamos una mayor responsabilidad en el cuidado y conservación de nuestros recursos marinos, algunos más que otros. Nosotros como ciudadanos ejerciendo nuestro derecho a la denuncia y al reclamo, a las autoridades que hagan que las leyes se cumplan y ejerzan los mecanismos de control a las que está obligadas, a las empresas para que actúen con responsabilidad, y si no quieren hacerlo que sean sancionadas. Ya se han depredado algunas especies y ni las vedas ni las cuotas de pesca se respetan. Los problemas sociales de hoy serán nada cuando no tengamos los alimentos suficientes para comer.

Existe una ética en todo esto y no esta siendo vista ya sea por ignorancia o por intereses particulares. Lo que es cierto es que la desidia es peligrosa y puede llevar a un desequilibrio ecológico que ni con todo el oro del mundo (en este caso, con todas las ganancias del boom económico) no podremos contrarrestar.

Estamos a tiempo y todos tenemos algo que hacer.


Fuente: Blue Voice-ORCA

En la foto superior: guanay desorientado, que se golpeaba constantemente contra el vidrio al intentar alzar vuelo

En la foto inferior: las burbujas de aire se ven como manchas blancas en la parte inferior del cuadro, la muestra corresponde a hígado