jueves, 24 de julio de 2008

El caso Leysi


Un escandalo se ha desatado en la prensa y el Consejo de Ministros. Por lo pronto ya se pronunciaron el de Defensa y la de Justicia, así como el Procurador. Una denuncia penal porque Leysi Suarez ha posado desnuda con la bandera del país, en unas fotos de discutible calidad fotográfica.




Una vez mas el triunfo de la hipocresía sobre la libertad y la razón. Las fotografías son de mal gusto y con eso no la quiero pegar de pacato. Al margen queda la consideración si la bailarina estaba desnuda o no, las fotos y el concepto parecen dirigidos por un aficionado. Pero el tema de fondo no es ese, es que las autoridades, incluidos los ministros, han tenido una reacción destemplada no acorde con la gravedad del hecho. En las fotos son algo huachafas pero no existe animus injuriandi. O acaso no es mayor injuria a la patria que todos los escándalos provocados por congresistas, desde incluso antes de su instalación, los casos de corrupción por diversos cuadros políticos del ejecutivo.


Nuestro Ministro de Defensa ha estado mas enterado de lo que hizo la Srta. Suarez que de la matanza de Putis, develada en junio de este año con la exhumación de 14 fosas y el descubrimiento de aproximadamente 420 campesinos asesinados en 1982.


La defensa de los derechos humanos de campesinos se convierte para nuestras autoridades en un asunto menor, que no merece una solicitud de perdón por parte del ejército y del propio ministro. Debería recordar que, en otra situación, durante su presidencia, Bill Clinton pidió perdón, casi 40 años después y sin ser él responsable ni directo ni indirecto, a los deudos de las personas sacrificadas en el estudio Tuskegee, sólo por ser en ese momento el que dirigía al estado norteamericano.


Pero esos gestos no son esperados en nuestra clase política. Es socialmente aceptable escandalizarse ante una calata, las formas son mas importantes que el fondo.

En la Foto: Leysi, vestida para que no me condenen