jueves, 28 de agosto de 2008

En Serio


A raíz de la salida del post El Jefe, he recibido una serie de comentarios. En persona, en el caso de los positivos. Entre bastidores, para los negativos.


De repente, muchos de los últimos comentarios están basados en dichos de terceros y apegados a la vieja ley nacional de "opino, aunque no estoy bien enterado". Otros, acaso lo han hecho movidos en la creencia de que forma parte de un panfleto, una plataforma política o un movimiento revolucionario.


Nada mas alejado de eso. Un blog, es una bitácora personal hecha pública a través de la Internet. La tecnología actual permite que cualquiera de nosotros lo pueda tener. Debido a la libertad que entrega esta herramienta uno puede subir cualquier información. Pero esto no debe de ser un pretexto para utilizarlo como fuente de calumnias o diatribas.


En un blog uno puede escribir sobre sus experiencias personales, transcribir piezas escritas para diseminar el conocimiento, emitir opiniones o, simplemente, desplegar su creatividad.


Este blog no es anónimo, no se esconde tras la pedrada artera o el cargamontón al estilo fuenteovejuna. He querido poner negro sobre blanco para desterrar esta costumbre tan nuestra de quedarnos en la cultura oral. El blog expresa opiniones, que todos estamos libres de hacer. A veces denuncia: las debilidades humanas o las políticas públicas. Ésto último debido a que toda persona que ejerce una función pública se expone a las críticas. Pero debo enfatizar el carácter personal, no sujeto a ninguna consigna o filiación de ningún tipo.


Este espacio no sólo critica. Analiza y ofrece propuestas. Pero también denuncia. Y como se pone en el antes y después de ciertos programas de televisión: No se solidariza necesariamente con las opiniones secundarias a sus escritos.
Dicho esto, invito a todos aquellos que quieran expresar una opinión nominal y alturada a escribir en la sección comentarios, que con gusto serán publicados.