martes, 20 de enero de 2009

Cinco Preguntas Morales


En las últimas semanas creo haber aprendido más de la vida y de lo que llamamos amistad que en al menos, los pasados dos años. Una de las cosas que aprendí fue la volatilidad de ciertos amigos, que dependiendo de la situación en que uno se encuentre, pueden dar su apoyo o enfilar sus dedos acusadores. No me refiero a los verdaderos amigos que no sólo apoyan en las buenas y las malas sino que con sus comentarios ayudan a corregir nuestros errores.


He comprobado también la facilidad como algunas personas, incluidos beatos, eunucos, barflies, fariseos y notables (una especie a la que me referiré en un siguiente post), invocan las palabras ética y moral como estandartes, sin darse cuenta (o lo peor, a sabiendas) que tienen el techo de vidrio. Me parece que sucedió lo mismo hace años con la palabra Libertad, con eso de cuántos crímenes se cometen en tu nombre.


Por eso, me permito hacer cinco preguntas a aquellos modernos Inquisidores


  1. ¿Un médico denominado notable tiene el derecho a utilizar argumentos ad hominen solo porque participa en una contienda electoral?

  2. ¿Todos esos médicos que no están al día en sus cuotas al Colegio Médico, están realmente inhabilitados para ejercer su profesión?

  3. ¿Una persona con ocultos conflictos de interés puede adjudicarse el rol de fiscal y velador de la moral y buenas costumbres?

  4. ¿Una persona, que se proclama seria, moral y católica, está actuando correctamente al coaccionar a un tercero a firmar documentos que no desea firmar?

  5. ¿Una persona, cualquiera sea su condición (incluso un médico), puede utilizar cualquier medio, como la amenaza o la presión indebida para conseguir sus fines?

Yo ya tengo mis respuestas ¿usted qué opina?