miércoles, 30 de mayo de 2012

Krill, un nuevo motivo para volver al tema



Los especímenes de Krill varados en las playas de Pucusana trajeron nuevamente a las primeras planas de los noticieros el tema de que algo está pasando en nuestro mar. Aún no se han esclarecido las causas de este fenómeno, implicado por algunos como efectos de la presencia de la onda Kelvin (aguas más cálidas provenientes de Australia) en el territorio de la fría corriente de Humboldt.

Sin embargo, el tema de los delfines muertos queda aún pendiente. Existen dos reportes contradictorios, uno de ORCA, institución independiente que sugiere un daño acústico producto de la actividad exploratoria de compañías mineras;  y el otro, aparentemente oficial, de IMARPE que señala que fue una muerte natural y afirma además que se descarta una infección como causa de muerte.

Esto me recuerda a la época cuando muchos de los médicos colocaban como causa de muerte en los certificados de defunción, la palabra mágica de Paro Cardiorespiratorio, evento final al que llegaremos todos independientemente de la causa. La muerte natural no es una explicación científica.

Aquí radica el problema fundamental, en que ambas organizaciones han tenido diferentes instrumentos de medición. El informe en que se ampara IMARPE ha sido producido por investigadores de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, y está basado en estudios para descartar la presencia de invasión microbiológica, al parecer en base a muestras remitidas por personal de IMARPE, donde los investigadores de la UPCH no han tomado parte. No se han realizado necropsias con cadáveres frescos ni se ha explorado el encéfalo de estos mamíferos. La única conclusión a la que ha llegado la UPCH es la ausencia de Brucella, Leptospira ni Morbilivirus en dos especímenes estudiados. No se puede extrapolar este hallazgo a todos los animales muertos. Lamentablemente los estudios ya no son posibles, las muestras en descompsición lo hacen imposible y me temo no se han conservado cadáveres frescos congelados.Y al parecer tal epsodio de muertes quedará en el misterio. Por lo tanto, la conclusión de IMARPE podría tomarse como inexacta e incompleta. Y uno espera que el organismo que vigila la dinámica del mar y sus especies sea mas escrupuloso en sus pesquisas científicas. Acaso podría sugerir que la UPCH debe de tomar distancia y aclarar las limitaciones que ha tenido su estudio para deslindar responsabilidades. El informe de ORCA parece ser mas completo e incluye necropsias con estudios histológicos que ya han sido descritos en este blog, pero creo que lo más conveniente sería que ORCA publique el reporte científico completo, incluyendo los reportes del análisis molecular e histológico.

El otro tema subyacente es el de la inversión en ciencia. Justo esta tarde anoté estas frases de una conferencia: "Un país pobre no puede darse el lujo de no invertir en ciencia y tecnología" o "La ignorancia es mucho más cara que el conocimiento".

Y esto es algo en lo que deberíamos de ponernos a trabajar desde ahora y con miras al mediano plazo. Los equipos y la infraestructura se pueden implementar con relativa rapidez, el tema son los recursos humanos. El entrenamiento toma un tiempo, pero el evento más sensible es la experiencia y el logro de un pensamiento crítico, sumado a una ética científica, que evite torpezas técnicas como en las que incurre una institución del Estado.

lunes, 21 de mayo de 2012

Responsabilidad Etica sobre la Vida Marina


Foto: Maylen Estrada

Nuevos indicios en el caso de las aves marinas que vienen muriendo en nuestras costas apuntan a la inanición como la causa más probable. Solo hace unos días, me comentaron de la aparición en la azotea de un edificio de un guanay desorientado y desesperado. Vanos fueron los intentos para alimentarlo, estas aves se alimentan de anchovetas, cuya disponibilidad es casi imposible en su forma fresca en los mercados de la ciudad. El ave sobrevivió solo dos días. Durante este periodo se trató de ubicar a asociaciones protectoras de animales, e incluso a la policía ecológica,  pero no fue posible establecer un contacto claro.

Por otro lado, leo hoy en La República, quien cita a su vez a un vocero de ORCA PERU, los resultados de la necropsia practicada a los delfines muertos masivamente en las playas del norte del país: ruptura de los huesos óticos y hemorragia del oído medio, todos ellos del lado derecho; asimismo, se observa embolia gaseosa en órganos como el hígado y los riñones, consecuencia de un rápido ascenso desde zonas más profundas del mar, lo que se conoce como un síndrome de descompresión.  Estos hallazgos sugerirían un trauma acústico de causa no identificada. Los resultados del tamizaje de bacterias, virus y parásitos ha dado negativo y han sido descartados como causa de muerte.

Las poblaciones de seres vivos, a excepción de los humanos, se mantienen en un delicado equilibrio ecológico. Las alteraciones masivas y repentinas en el número de determinadas especies, provocados en esta caso por una excesiva mortalidad alteran el equilibrio de las otras especies. No queda claro, aunque si la sospecha que la actividad del ser humano tiene que ver en parte con ello. No podemos hacer nada con los cambios de clima o con la aparición de corrientes marinas cálidas pero si podemos ser conscientes del impacto que generan las actividades extractivas de todo tipo en el mar.

A pesar, o creo mas bien debido a ello, el tener miles de kilómetros de costa nos da la impresión de considerar que los recursos marinos son infinitos y que el mar aguanta todo: drenajes de desechos, evacuación de desmontes, pesca indiscriminada, artefactos en desuso, exploración minera, etc. Sin embargo, creo que ya es hora de que todos asumamos una mayor responsabilidad en el cuidado y conservación de nuestros recursos marinos, algunos más que otros. Nosotros como ciudadanos ejerciendo nuestro derecho a la denuncia y al reclamo, a las autoridades que hagan que las leyes se cumplan y ejerzan los mecanismos de control a las que está obligadas, a las empresas para que actúen con responsabilidad, y si no quieren hacerlo que sean sancionadas. Ya se han depredado algunas especies y ni las vedas ni las cuotas de pesca se respetan. Los problemas sociales de hoy serán nada cuando no tengamos los alimentos suficientes para comer.

Existe una ética en todo esto y no esta siendo vista ya sea por ignorancia o por intereses particulares. Lo que es cierto es que la desidia es peligrosa y puede llevar a un desequilibrio ecológico que ni con todo el oro del mundo (en este caso, con todas las ganancias del boom económico) no podremos contrarrestar.

Estamos a tiempo y todos tenemos algo que hacer.


Fuente: Blue Voice-ORCA

En la foto superior: guanay desorientado, que se golpeaba constantemente contra el vidrio al intentar alzar vuelo

En la foto inferior: las burbujas de aire se ven como manchas blancas en la parte inferior del cuadro, la muestra corresponde a hígado







viernes, 18 de mayo de 2012

La Producción Científica


Los problemas desnudan las deficiencias. A estas alturas y en una semana movida políticamente la noticia de las especies marinas muertas de nuestras playas parece un tema secundario. Pero no lo es.

Parte de los indicadores del desarrollo de un país está medido por su producción científica, llámese investigación y publicación de estudios en diversos campos de la ciencia, tales como ingeniería, física, salud, biología, química, entre otros. Áreas que han permanecido desatendidas y libradas al sálvese quien pueda desde decenios. Para los políticos y los gurús del crecimiento económico este tema siempre ha sido un tema muy secundario y visto como lejano en sus prioridades. Al parecer, para este grupo de personas, científico y peruano es un oximoron.

Hasta me pongo a pensar, que para muchas personas, un científico es un ser extraviado y extravagante, una rara avis perdida y lejana entre tantos una sociedad henchia de consumo y entretenimiento. O acaso confundan la idea de un científico con los personajes de The Big Band Theorynerds algo ridiculizados y distantes. Pero a pesar de ello, su presencia en una serie de televisión coloca la idea, al menos para el ciudadano norteamericano promedio, que un científico es una persona común y corriente, pero que orienta su trabajo y manera de pensar al desarrollo de conocimientos, no siendo ellos personas cuya actividad es la de producir dinero, en pocas palabras, no es un emprendedor.
Visto de esta manera, un científico es alguien a contracorriente y cuyos fines descansan en la resolución de dudas acerca de la naturaleza: el comportamiento de los vientos, la temperatura de las aguas, la migración de especies, la calidad genética de nuestra flora y fauna, la ecología de las epidemias, la cura de la Tuberculosis, el mejoramiento de pruebas diagnósticas,  etc, etc. Un científico es un curioso permanente e ilustrado que requiere de un sistema que lo apoye.

Y eso es todo lo contrario a la realidad. Los postulantes a Ciencias en las universidades arañan números que rozan la extinción. Los fondos públicos son escasos o inexistentes. Al menos en Medicina, que es la actividad que me compete, los verdaderos cientificos viven en islas de investigación, sobreviviendo con fondos de apoyo internacionales y generalmente asociados a grandes universidades del mundo desarrollado, muchas veces marginados por el establishment sanitario estatal, que los mira de lejos y con acaso cierta antipatía, al ser aquellos los que consiguen fondos importantes y publican sus resultados en revistas de renombre y circulación mundial. 

Que no se crea que basta con comprar la tecnología que viene del primer mundo y que no es necesario el desarrollo de la tecnología local, que para qué inventar la pólvora. Lo que sucede es que el Perú es único en muchos aspectos, entre ello: su diversidad ecológica, lo que deviene en diversidad en flora, fauna, costumbres y enfermedades. Como país albergamos no solo enfermedades tropicales únicas, sino enfermedades secundarias a la vida en altitudes extremas, las que son conocidas a nivel mundial como enfermedades desatendidas, ya que al no existir en la zona desarrollada del mundo no merecen la atención para el desarrollo de nuevas tecnologías diagnósticas y menos aún, no son atractivas para la industria farmaceutica  que es la que produce los medicamentos a gran escala.

El desarrollo tecnológico nacional debe de ir aparejado a la inclusión social, ya que justamente algunos de las zonas más pobres y/o desatendidas son las mas afectadas por enfermedades endémicas: malaria, leishmaniasis, leptospirosis, tuberculosis, dengue, cisticercosis, rabia, peste, bartonelosis, hidatidosis, tifus, entre otras. Todas ellas enfermedades que requieren no solo de mejores pruebas diagnósticas y medicamentos, sino además de efectivas medidas de control.

Para ello, necesitamos estrategias claras que derivan de un conocimiento profundo del problema a través de la investigación científica.

Es cierto, tenemos como país miles de problemas que requieren atención inmediata, pero lo que irrita es el triunfalismo de ciertos sectores sociales y políticos que mencionan lo bien que estamos (en Lima y en algunas ciudades) pero que dan la espalda flagrantemente a todo aquello que empañe la "Marca Perú". Para mejorar como sociedad y país, para alcanzar un verdadero desarrollo humano y no sólo económico (y hasta especulativo) es necesario un compromiso político, un viraje de timón en el Estado, que oriente recursos y que no descansemos en ser un pais de cocineros y mineros, sino que tomemos el rumbo del crecimiento y desarrollo de tecnologías.

No solo de pan viven los peruanos.

lunes, 7 de mayo de 2012

Especies marinas en peligro




La muerte masiva de delfines y pelícanos ha convocado la atención mundial de las grandes cadenas de noticias que informan diariamente sobre este hecho. Mientras tanto en nuestras costas y con buen criterio, el Ministerio de Salud ha decretado una alerta sanitaria recomendando abstenerse de visitar las playas.

La medida es razonable ya que si bien los reportes han descartado la presencia de Influenza aviar y del virus de Newcastle, un representante de una ONG ligada a temas ambientales ha deslizado la posibilidad de una epizootia de una especie de Morbillivirus.

El tema es importante ya que los Morbillivirus forman parte de una gran familia de virus, entre los que destacan virus humanos como la Parainfluenza (infección respiratoria), el sarampión, las paperas y la Rubeola. Por otro lado, en esta gran familia existe el virus de la Distemper canina y otros virus que atacan a primates, cerdos, caballos y murciélagos. Entre estos agentes encontramos a los virus Nipah y Hendra, altamente patógenos de mamíferos voladores como los murciélagos y que ampliaron su rango de hospedero incluyendo a casos humanos, los cuales tuvieron una enfermedad respiratoria con complicaciones neurológicas.

Por tal motivo, la alerta sanitaria tiene buenos fundamentos y debiera de ser cumplida a cabalidad. Es más dudoso saber si el consumo de alimentos marinos crudos como el cebiche puede conllevar un riesgo, pero ante las dudas y en espera de resultados, la recomendación de abstenerse es saludable.

Ante las voces que reclaman mayor rapidez, es conveniente anotar que las necropsias de animales muertos, su análisis con microscopía electrónica (ya que los virus no son visibles con el microscopio óptico convencional) toma un tiempo que es dependiente de las técnicas disponibles. Luego de aislar un virus lo obligatorio es someter la muestra a análisis moleculares, es decir comparar la secuencia de ácidos nucleicos virales (algo así como nuestros genes) para encontrar su homología con los patrones de una biblioteca genética viral. Labor que dudo pueda hacerse aquí por las limitaciones de nuestros laboratorios. Para ello acaso sea factible enviar las muestras a laboratorios de referencia mundial. Todo eso toma un tiempo razonable que los equipos científicos locales no deberían de perder. La función de las autoridades es el de proveer las facilidades necesarias a estos equipos y el de informar a la población en forma clara y precisa. Y si fuera posible, el uso de la fuerza pública para la evacuación de personas que rompan las medidas sanitarias, que tienen rango de ley. Para mayor ejemplo los interesados en análisis y control de epidemias pueden revisar la película Contagio, que tiene un buen afán didáctico.

Además de contar con los canales oficiales con los que cuenta el Estado, los medios masivos de comunicación, que tienen una mejor cobertura en la comunidad, debieran de apoyar en las labores de difusión, a través de sus reportajes a expertos y el rebote oportuno de los comunicados oficiales, a ver si así nos despercudimos en algo de las noticias policiales que inundan el mayor tiempo de nuestros noticieros locales.

A estar entonces con el ojo abierto en el mar