lunes, 2 de junio de 2008

Ecos del Decreto Supremo del Internado Médico


Siguen los ecos del DS Nº 003-2008-TR , que sospecho será conocido en el futuro como la Ley Filial, las reacciones aún son tímidas entre los diversos actores médicos. Una rápida exploración durante la ultima semana ofrece los siguientes resultados.

En una clara demostración de tiro la piedra y escondo la mano, ni el Ministro de Salud ni el de Trabajo han ofrecido desde sus despachos a los sectores interesados una explicación de los fundamentos de la norma y como se implementará en los hospitales.

Los internos son parte del engranaje organizacional de un servicio. Ellos, y todos los médicos peruanos lo hemos hecho durante nuestro entrenamiento, deben rotar dependiendo de su programa académico por las cuatro grandes especialidades: Medicina, Cirugía, Ginecología y Obstetricia, Pediatría y en el caso de mi universidad, existe una Rotación Rural o Urbano Marginal, en ésta última el Interno prácticamente llega a tener un ejercicio integral.

Para salir con el título de Médico Cirujano, que es como salimos todos, debemos de haber completado satisfactoriamente todas las rotaciones clínicas. Al margen del requisito de conocimientos, el cual es obtenido mediante un examen a nivel nacional, conocido como ENAM, que se da por igual en todas las facultades de Medicina, existe el de las destrezas y aptitudes aprendidas y esas no la dan lo leído en los libros.

El ejercicio de la Medicina, como lo dijo Osler y lo vivimos todos, es teoría y práctica. El conocimiento es nada sin la práctica y para ello, ya los médicos no nos preparamos para escribir legajos, armar motores o trabajar con hojas de calculo, se requieren horas y horas de práctica. De un aprendizaje tutorial en la cabecera del paciente, en el consultorio, en la sala de operaciones o la sala de partos. La practica debe de ser repetitiva y sistemática para obtener destreza y seguridad. Eso lo sabemos todos los médicos y estudiantes de medicina, menos el Ministro claro está.

Los internos actuales de todas las universidades, incluso la promoción a la que pertenece la hija del presidente, están en desacuerdo con la norma que recorta el numero de horas en el hospital. Su argumento es que limita un adecuado conocimiento del estado de sus pacientes así como la adquisición de destrezas. Sin embargo, a pesar que el cotarro esta movido no tienen claro donde elevar los reclamos, ya que hacerlo a los directores de hospitales o al ministerio será lo mismo que nada. Es cierto que no faltarán los holgazanes de siempre (que hasta en el Congreso hay) que les parecerá suficiente el escaso número de horas del Internado.

Igual están los médicos colegiados quienes lucen perdidos y desconcertados, ya que el decreto de marras salió entre gallos y medianoche. El Colegio Médico, que por ahora parece estar con la llanta baja, ni siquiera menciona el asunto en su pagina web, acaso aduciendo que los Internos aun no están colegiados, pero eso sería un grave error y explicaré porque.

Las facultades de Medicina, por lo menos de manera oficial, no han sido consultadas sobre la conveniencia o tenor de la norma. Una lectura entre líneas me dice lo siguiente: los médicos no hacen su trabajo ya que se lo dejan a los internos, por tal motivo si recortamos el horario de los internos: los médicos van a trabajar. Ya que por lo que se puede ver al Ministro, mas conocido como Persona no Grata, lo que le molesta y aloca es que los médicos tengamos algún tiempo libre.

Si eso no le ve el Decano del CMP, pues es hora que se ponga las pilas.

Ahora, las facultades de Medicina. Reunidas en ASPEFAM, han comenzado a reunirse, a una velocidad igual a la que toman los vehículos en uno de los embudos que ha creado el alcalde de Lima. Piensan y piensan pero nadie se ha pronunciado aun ni siquiera para advertir la incongruencia de la norma.

Mientras tanto, urgidos por la premura de la ley y la posibilidad de sanciones los estamentos hospitalarios tratan de torcer la realidad en favor de la norma, provocando unos verdaderos mamarrachos administrativos, en los cuales los internos salen perjudicados. Ya que al limitarse las horas y ampliar los descansos, el interno pierde la continuidad en el manejo de sus pacientes asignados, lo peor de todo es que pierde además a aprender la responsabilidad de tratar a un ser humano. Aptitudes como la Ética, Responsabilidad y Disciplina señor Ministro (bueno es un decir) no nacen por decreto.

Como consecuencia de ello, si la organización no cuenta con la continuidad de un Interno, entonces prescindo de ellos y que funcionen como comparsas, que es lo que está sucediendo en algunos servicios.

Olvidan además que entre los internos y los médicos existen los residentes, que son los médicos en entrenamiento para una especialidad por eso que el articulo 3ro del Decreto supremo está demás, los internos no sustituyen a los médicos, son auxiliares que están aprendiendo y por lo tanto prescindibles.

Los internos no han estado nunca solos y no deberían estarlo. Así como no deberían de ocurrir abusos con ellos. Sus necesidades no pasan por el numero de horas, sino por mejores condiciones de trabajo y mayor acceso a información científica, es cierto que lo único rescatable es el descanso de guardia, pero recuerden que el internado no es eterno, dura solo un año, acaso el mas productivo y recordado de sus vidas.


Un dato adicional, el Decreto supremo está creando un estado policíaco en la salud, se dispondrá de un escuadrón de supervisores para vigilar el cumplimento de la norma.



El Ministerio de Salud, las Direcciones Regionales de Salud, el Seguro Social de Salud - ESSALUD, el Ministerio de Defensa y el Ministerio del Interior, dispondrán la presencia permanente de supervisores en los establecimientos de salud bajo su ámbito, que permitan dar cumplimiento a lo dispuesto en el artículo 3º del presente Decreto Supremo.
Ya están corriendo los rumores infundados sobre el momento de las multas a los que incumplan la presente norma (se habla de 50,00 a 100,000 nuevos soles), si esto no es un remedo de un estado de terror ¿qué cosa es?

En la Foto: el Big Brother de PNG