lunes, 2 de junio de 2008

El Síndrome de Pinky y Cerebro



La ciencia es el gran antídoto contra el veneno del entusiasmo y la superstición.
Adam Smith



No contento con patinar (olímpicamente) con su propuesta de tener a Lima como sede de los Juegos Olímpicos el 2016 y correrla al 2020 luego de la andanada de críticas y burlas. El presidente insiste en la idea, para él no existe el pobre historial en materia de organización deportiva, el no haber sido sede de Juegos Panamericanos y de tener una ciudad con un pobre sistema de transporte público y cacacidad hotelera. Ni que decir del nivel promedio de nuestros deportistas, en la cola de Sudamérica.


A la larga se nota que alguien está lanzando ideas sin pensar, preso de la euforia y la improvisación. Sin un estudio previo se lanzan ideas descabelladas, ya lo vemos con el DS del Internado, los Juegos Olimpicos y no es el hecho de no pensar en grande, pero tenemos problemas inmediatos.



Mejor porque no asegura que el Estado cubra los gastos de entrenamiento, incluyendo pasajes, viáticos, entrenadores y local adecuados para los deportistas olímpicos que acudan a Beijing. Si tanto quiere pensar en grande porque no mejora la inversión en Salud y Educación y comienza por reconstruir de una manera racional y moderna las ciudades devastadas por el terremoto de Agosto 2007. Y desde este año comienza a invertir en el desarrollo de deportistas desde la niñez.



Hay una tendencia a la euforia y al desequilibrio, a utilizar la política del estornudo en la plantificación estratégica nacional, es decir un impulso vegetativo que salpica a todos.



Y preocupa además la intolerancia de no respetar a los que no piensan como el gobierno, inmediatamente se suelta la jauría de incondicionales al cuello del opositor. Se nos ha tildado de deprimidos, apocados, ratones, de jugar en segunda y tercera, entre otras cosas.



Pero nuestro presidente no se apoca en pedir disculpas a la Presidenta de Chile por recibir a Sebastián Piñera, principal líder opositor de la Concertación, según lo he leído en La Tercera de Chile.


Hay que pensar en grande, en ser cóndores nos dicen los miembros del gobierno.


Pero yo prefiero ser un ratón deprimido con los pies en la tierra que un cóndor maniaco.