El mundo tal como lo conocemos está hecho de opuestos. El frío y el calor, el claro y el oscuro, el bien y el mal, y así podríamos continuar por muchas líneas.
Al salir de mi trabajo vi un par de personas pegando un afiche en la pared. Como la curiosidad me atrae y el tiempo se hacía lento luego de almorzar decidí leerlo. Era sobre un curso de electrocardiografía para enfermeras, entre tantos que se promocionan en los hospitales. Al ver a los patrocinadores me llamo la atención ver que uno de ellos era un grupo de Altos Estudios.
De pronto recordé que esa palabra me era familiar, en el hospital, en noticieros. en los diarios: Alto Nivel, Alta Dirección, Altos Estudios, Altas Esferas, Altas Personalidades, Altas Aspiraciones.
Comencé a cuestionar si era necesario categorizar una función o un status, ya que por oposición debería de existir una Baja Dirección, Bajas Esferas o Bajos Estudios, y mi conclusión es que al parecer todo es producto de una deformación del marketing, el de enfatizar la supuesta superioridad de un producto cuando no necesariamente lo tiene.
Es además una manera de segregación, ya que lo propio se aprecia como superior en oposición al Otro supuestamente inferior y permite establecer límites que impiden el acceso a los demás. Me parece que este es el objetivo inconsciente y subalterno en todas las publicaciones acerca de sociales, mundo diplomático y gubernamental.
Volviendo entonces al tema de la salud ¿alguien de manera consciente es capaz de ofrecer Bajos Estudios o cursos de Bajo Nivel? o acaso a nivel de gobierno, dudo que no se sepa que los cargos directivos están en la cúspide de la jerarquía administrativa.
Decirlo así entonces no sólo es una redundancia, sino mejor dicho una Alta Huachafería.