El pasado 7 de Abril fue el Día Mundial de la Salud, esta vez dedicado a la Protección de la Salud frente al Cambio Climático. A continuación paso a reseñar un extracto del mensaje de la OMS.
El cambio climático afectará inevitablemente las necesidades básicas para el
mantenimiento de la salud: aire y agua limpios, alimentos suficientes y abrigo adecuado. Cada año mueren unas 800 000 personas por causas atribuibles a la contaminación del aire en las ciudades, 1,8 millones como consecuencia de diarreas asociadas a falta de higiene y de acceso a un abastecimiento de agua limpia y saneamiento, 3,5 millones por problemas de malnutrición y unas 60 000 por causa de desastres naturales. El calentamiento y la mayor variabilidad del clima amenazan con aumentar las concentraciones de algunos contaminantes del aire, incrementar la transmisión de enfermedades por agua insalubre y a través de alimentos contaminados, comprometer la producción agrícola en algunos de los países menos adelantados e intensificar los peligros que conllevan los fenómenos meteorológicos extremos.
La figura es familiar. Sólo en esta semana los noticieros se han referido a las inundaciones en 6 regiones del Perú: Ica, Tumbes, Piura, Amazonas, Cajamarca y Ucayali, así como la destrucción de la desembocadura del colector de aguas servidas en Magdalena, empeorada por el sismo del pasado 29 de Marzo.
A eso debemos de agregar nuestros niveles endémicos de pobreza, desnutrición crónica y la exposición al humo por combustión de biomasa en las zonas rurales. Ni que decir de las infecciones causadas por vectores: Malaria, Dengue y Fiebre Amarilla.
Los brotes de Malaria han seguido el mismo comportamiento de años anteriores, altos. El brote de Dengue ha mostrado una intensa actividad en estos meses de verano sobre todo en el Oriente y las regiones de Tumbes y Piura. La Fiebre Amarilla en el Perú se ha mantenido restringida a la selva, pero conocemos de epidemias emergentes en Rio de Janeiro y el Paraguay, que han provocado una demanda de vacunas que han agotado los stocks disponibles de OMS.
Ante esta situación el país debe asumir como pocos un compromiso serio y sostenible, es decir asumir una política de estado. El cambio climático ya llegó y somos una región muy vulnerable.
Por eso lamentamos que el MINSA, tan diligente y amenazador con el gremio médico, no haya mostrado similares niveles de agresividad para enfrentar el problema.
Del Día Mundial de la Salud tuvimos pálidas noticias en los medios y en el portal web del MINSA, mas preocupado en el "médico dormilón" (sic) y en colocar las fotos del Ministro en reuniones protocolares, quien reclama no medicalizar la salud pero lleva una brigada de médicos a los afectados del tubo colector, donde incluye entre otros a ginecólogos, donde pretende acaso combatir a los coliformes con espéculos vaginales. ¿No era acaso mas importante tener a personal de DIGESA y tratar de descontaminar el área?
Hubiésemos esperado un mensaje de compromiso, un listado de tareas inmediatas para paliar los efectos de los desastres naturales que actualmente viven miles de peruanos, una sanción enérgica e inmediata a Sedapal por los daños del colector, y no una promesa de una potencial multa que hasta ahora no se ejecuta.
La salud requiere de políticas sólidas factibles y sostenibles no de fuegos artificiales ni de bravatas para la televisión.