La semana pasada, acaso alentados por la onda expansiva de las bravuconadas de PNG, escuché un rumor en los pasillos de mi hospital: se haría vigilancia y seguimiento sobre la permanencia física de los médicos en sus servicios.
Una buena medida pensé, nos quieren igualar con el Museo de Madame Tussaud, convertir a los médicos en parte de la decoración del lugar. Ahora no solo el Perú avanza, el MINSA también.
Es que claro, el hospital brinda una serie de comodidades para su personal , por ejemplo en esta época de calor cae muy bien recibir el agua chapoteada sobre los pies a cargo del personal de limpieza, mas aun si estamos con suerte nos pueden trapear el pantalón o la cara a la hora de pasar visita.
Podemos disfrutar además de toda la gama de olores de los fluidos corporales no limpiados de las camas o del piso, así como el tronador choque de las charolas metálicas o los gritos del personal paramédico. Además para amenizar la estancia, se cuenta con algún radio sintonizando un reggaeton o una tecnocumbia.
Si por algún motivo, decide obviar todo lo que la naturaleza le brinda y lee en su servicio, prepárese a dar informes a todo familiar que se aparezca al frente o tolere a los 45 estudiantes de pregrado que están rotando en su servicio y conozca todas las formas que tienen para liberar su energía, entre las cuales no se incluye el estudio silencioso.
No esta en el libreto que uno pueda ir a otro servicio, que salga con sus alumnos a ver otros pacientes, que responda interconsultas o que salga a solicitarlas, que utilice la biblioteca o los servicios de internet, que consulte placas en radiologia, que consulte laminas en patología, que uno pueda comprar algo de paso en la cafetería o simplemente busque un baño decente.
En los hospitales de verdad se cuentan con sistemas de comunicación que, asumiendo que los médicos tenemos que movilizarnos por el hospital, a diferencia de los administrativos, las telefonistas o los vigilantes, permiten ubicarnos para resolver un problema oportunamente.
El gobierno se jacta de la expansión de la demanda de celulares ¿es que acaso no pueden utilizarlos como herramienta hospitalaria? Al menos, a mi me es muy útil con mi equipo de trabajo. En los Estados Unidos usan el pager, aqui es pedir demasiado.
Los hospitales estan lejos de ser un lugar agradable para trabajar, ni que decir del entorno vecinal, si sales a la calle los pirañas, cogoteros o carteristas te tasan al primer momento que entramos en la avenida.
Mi hospital, goza de instalaciones limpias y ventiladas, con camas ordenadas y el personal trabajando diligentemente y en silencio. Existen computadoras en el servicio con internet además de conexión WiFi, amén de una oficina con libros de consulta. Hay un cajero automático si nos quedamos sin efectivo y los comedores son amplios, exclusivos para el personal y con comida agradable. Al hospital ideal me refiero.
Pero parece que PNG y toda la maraña burocrática bajo él, quieren jugar al cuco, pero olvida que ya no somos niños y que hasta para meter miedo hoy se necesita creatividad e inteligencia. Medidas como esta no asustan, dan risa y desnudan la pobreza moral de quienes las impulsan.
Es cierto, los médicos como gremio tenemos muchos flancos débiles e insisto que debemos de corregirlos a la brevedad posible, pero de allí a implantar un estado policíaco hay mucha distancia.
Los eunucos están trabajando, nosotros también debemos de hacerlo. Inmediatamente.
En la foto: Cuco que da risa.