miércoles, 25 de marzo de 2009

Background Noise


¿Se han dado cuenta de la cantidad de ruido que existe en cualquier servicio del hospital? En las películas o series de televisión, los editores de sonido se encargan de limpiar las impurezas que distorsionarían los diálogos. El ruido subyacente en cambio es grato cuando se ven los partidos de fútbol, los gritos de jugadores, entrenadores o hasta alguna ocurrencia de la tribuna le agregan un sabor especial a los partidos.


Pero en el trabajo. ni estamos en un set de grabación ni en un partido de fútbol, lo que necesitamos los médicos y los pacientes es un poco de silencio.


Una de mis primeras impresiones al llegar por primera vez al hospital cuando era estudiante, fue el silencio, casi monacal, que dominaba el actuar de un pabellón de medicina. Considero además que parte del cuidado hacia personas enfermas es mantener los ambientes libres de ruido.


Pero años mas tarde todo ha cambiado, el soundtrack de nuestro trabajo incluye una serie de efectos especiales, a saber:



  1. El chirrido del mobiliario, no solo por viejo, sino que además los trabajadores ya vienen cansados desde casa y en lugar de levantar los enseres los arrastran.

  2. Los recipientes metálicos que son tirados uno contra otro, como una demostración de percusión urbana.

  3. La tecnocumbia de los radios de las enfermeras, auxiliares y trabajadores de limpieza.

  4. Las radios de los internos, que a diferencia de los de antes, necesitan un fetiche sonoro.

  5. Los celulares de TODOS, algunos más que han incorporado su orquesta pórtatil de salsa.

  6. Las risotadas de los alumnos (de medicina, enferemería, tecnología, odontología), que cada vez vienen en mayor cantidad. Invasión que parece que se multiplicara como gremlins en los pabellones.

  7. Los gritos del personal, que ahora conversan a más de tres metros de distancia.

  8. Las alarmas de los autos que están aparcados fuera del pabellón o el ruido infernal de las calles adyacentes.

  9. Algunas rondas clínicas que mas parecen conversación de esquina de barrio.

Si pudiésemos disminuir en un 50% la contaminación sonora creo que podríamos mejorar en algo los niveles de calidad en la atención de pacientes y nuestra propia satisfacción laboral.


Está en nosotros.