Por estos días está circulando la promoción de una novela llamada Los Barriga, una gorda que me cae antipática, pero según ella es linda, encuentra su príncipe azul en un argentino clon de Christian Suarez (el de la Bozzo).
Gracias al blog de Neverland, mis amigos adictos al Winning Eleven, he encontrado una descripción formidable:
Los Humala.- Los Humalas son los malos de Neverland. Cuando ellos ganan, Neverland sufre. Cuando ellos pierden, Neverland celebra. Los Humala nunca celebran los goles: solo se miran de reojo y se dan la mano. Cuando están perdiendo, los Humala empiezan a sufrir en silencio, mordiéndose los labios. Cuando ganan, su aire de autosuficiencia termina por enrarecer el clima tenso, la frustración de los perdedores, el orden del mundo
Hace poco he visto la celebración de los Humala en su versión médica. Igual: se miran de reojo, en realidad siempre lo hacen, sonríen con desgano, incluso una de ellas mantiene las cejas fruncidas al sonreír (incluso cuando baila) y cuando están en el llano petardean el sistema, como los terrucos.
Y cuando ganan y hacen su fiesta, la mayoría se convierte en apática.
Es que el mundo puede vivir tranquilamente sin ellos