martes, 9 de septiembre de 2008

Cuestión de Hombría


Es fácil ser valiente cuando se ocupa una posición de privilegio. Lo notable es serlo en condiciones adversas.


Amedrentar ante cámaras, aprovechar la nocturnidad o valerse de un cargo público es un acto cobarde. El ataque sorpresa es una estrategia durante una guerra convencional pero constituye una felonía cuando se abusa del poder.


Por otro lado, asumir una culpa o reconocer un error necesita de coraje y entereza. El ejercicio sano de la política va acompañado de una ética a prueba de balas. Y de sus propias debilidades.


El recuento de masacres de ambos bandos en la época del terrorismo tuvo su colofón en el Informe de la Comisión de la Verdad (CVR). Sabiendo que Sendero Luminoso fue un movimiento genocida e insano, no podemos de cegarnos frente a los atropellos por parte del Estado.


El Estado, tiene entonces una doble responsabilidad, proteger a los ciudadanos y reconocer sus errores, poco se puede esperar de políticos con la moral empañada, de ministros que cuando piensan en Putis imaginan automáticamente a una vedette.


Los ataques a la CVR han venido de todos los sectores reaccionarios del país, algunos de ellos encaramados en el ejercicio del poder.


Pero no es lo único que necesita una explicación, un mea culpa público y la oportunidad de una reparación civil: el caso de las muertes por vacunación contra fiebre amarilla.


El pasado Marzo, con fecha de actualización de hace unas semanas, la Oficina Panamericana de la salud (OPS) ha remitido su informe final sobre los casos fatales en personas vacunadas en la zona afectada por el terremoto de Pisco:


La incidencia de enfermedad viscerotrópica asociada a la vacuna antiamarílica en la región de Ica en este evento es significativamente mayor (más de 20 veces) que lo observado anteriormente en otros entornos. Los cinco casos ocurrieron entre 63.174 personas vacunadas dando una tasa general de 7,9 por 100.000. Cálculos anteriores indicaron una incidencia general de aproximadamente 0.3-0.4 por 100.000 personas vacunadas. Se analizaron varias hipótesis para explicar la mayor tasa y todas se descartaron. Éstas incluían la posibilidad de que el lote de vacuna 05OVFA121Z contuviera un cambio genético responsable de una virulencia aumentada y factores del huésped posibles que pudieran haber contribuido a una mayor susceptibilidad en los casos.


La investigación mostró datos probatorios clínicos, virológicos y anatomopatológicos de enfermedad viscerotrópica confirmada en los 4 casos fatales y enfermedad viscerotrópica probable en 1 caso sobreviviente. La causa de muerte fue una infección extrema por virus vacunal 17DD, probablemente asociada con un síndrome grave de respuesta inmunitaria.


Las múltiples líneas de la investigación indicaron que no había ningún cambio en el virus de la vacuna que fuera la causa de la ocurrencia de estos casos. No pudo encontrarse evidencia que indicara que el lote de vacuna 05OVFA121Z tenía algo intrínsecamente problemático en ella para explicar la mayor frecuencia de enfermedad viscerotrópica en las personas que recibieron ese lote.


Todos los casos fatales tenían alguna afección de base o concurrente que tal vez pudo haber contribuido al desenlace fatal de los eventos adversos. No se descarta que otros factores de riesgo no identificados puedan haber contribuido a la mayor tasa de enfermedad viscerotrópica en esta región


El informe recomienda además:


Los trabajadores de salud deben preocuparse de asegurar que se considere cuidadosamente los riesgos y beneficios de la vacunación en todas las situaciones y que sólo se vacune a las personas que están verdaderamente en riesgo de exposición a la fiebre amarilla. Tales evaluaciones de riesgo-beneficio para decidir sobre las indicaciones para la vacunación deben considerarse apropiadamente en el contexto de las campañas de vacunación masiva y para la vacunación potencial de individuos (por ejemplo, para viajeros con factores de riesgo a zonas de alto riesgo de fiebre o para individuos en riesgo de exposición laboral a la infección por fiebre amarilla).


Oportunamente en Venoclisis (N0viembre 2007), hicimos una serie de comentarios y revisiones acerca de la probable causalidad de los eventos fatales con la vacuna así como criticamos la respuesta oficial de los voceros del MINSA, que enfática y temerariamente negaron tal asociación.

Ahora que los hechos demuestran los contrario a través de un informe imparcial y serio, el Ministro (?) de Salud y sus técnicos, tienen la oportunidad de rectificarse y de reconocer los errores cometidos, de ofrecer una reparación aunque sea moral a los deudos y a toda la población vacunada. Es la oportunidad de disculparse pues las campañas de vacunación no son una carrera de caballos, para sólo cumplir una meta, sino una estrategia de salud pública bien razonada y mejor ejecutada.


El Ministro (?) tiene la oportunidad de lavarse la cara antes de irse.


Porque se tiene que ir de todos modos.