Segundo día de Huelga. Ambos bandos proclaman victoria. A pesar que hubiese sido mejor esperar las 48 horas solicitadas por el Primer Ministro, la huelga se ha sentido más que antes. Casi la totalidad en provincias y con el ingreso de EsSalud, al menos en asuntos de imagen, el tema demanda una pronta solución antes que le reviente en la cara al gobierno. Aunque no comparto las marchas o arengas, ya que considero que los médicos somos capaces de protestas mas creativas, el gobierno ha sentido el golpe.
Una tarjetita del Presidente pasando la mano a los médicos, presentada anoche en canal N, o una tímida disculpa del ministro (?), que mas parece imposición del gabinete, son hechos de subrayar. LO que se juega es la dignidad, ya que no es posible ni imaginable que el propio jefe del sector se la pase hablando mal de sus subordinados, él no es contralor, ni defensor del pueblo, la responsabilidad del estado de cosas en el MINSA lo alcanza a él también.
Garrido Lecca se juega otras cartas, pensando que está lidiando con construcción civil, se preocupa de dividir y enfrentarnos, amenaza con hospitales de campaña extranjeros o de hacer graves denuncias.
Ayer estuvo en el Hospital Loayza, visitó además de algunos consultorios, la oficina de personal, economía y la clínica. Está cocinando la patada artera. La clínica es un sistema paralelo creado en el MINSA hace varios años y que funciona en diversos hospitales, incluido el INEN, cuna de un ex ministro del régimen, Carlos Vallejos. Los médicos que desean, por ejemplo yo no, atienden en la clínica en turnos de consulta fuera del horario de trabajo y ganan así un extra. Acaso pretenda denunciar una bomba mediática y decir que los médicos ganamos mas dinero y que a pesar de ello hacemos huelga.
Una demostración mas de su mala entraña y de sus pocas ganas de conciliar. Un ejemplo mas de la escopeta de dos cañones. Cañones metafóricos que deberíamos enfundar para no permitir presencia extranjera en medicina, ya que por un asunto normativo, los médicos foráneos no están autorizados a ejercer sin pasar por una evaluación previa, como lo tendríamos que hacer los peruanos en otro país. No estamos ante una catástrofe natural ni un estado de guerra como para permitir su actuación.
Una huelga médica como la planteada es de por sí impopular, pero ha logrado unidad, acaso no en torno a los reclamos salariales pero sí a la necesidad de un cambio de ministro. El gobierno debería pensarlo seriamente, proponemos desde aquí al actual Viceministro, el Dr. Melitón Arce que sería una buena pieza de recambio y reconciliación.