Quinto día de Huelga. Es momento de hacer un balance desapasionado. Como en toda confrontación existen el fuego cruzado y las informaciones con afán de distracción.
Acabo de escuchar al Primer Ministro diciendo que los huevos que le tiraron a Garrido Lecca fueron premeditados. Tendría que informarse mejor: el incidente ocurrió a la hora del desayuno de pacientes, los que reciben huevos duros junto con un pan y leche. En ese momento de tensión los alimentos pudieron ser tirados por cualquiera.
Pide además que la huelga se deponga aunque sea por horas, cosa que no podría ser aceptada pues nadie cree en la palabra del gobierno, al menos en lo que a solución de conflictos se refiere. Sino que le dé una mirada a los conflictos en Moquegua o en la Selva, cuya solución se alargó por parte de las autoridades gubernamentales. Muchos peruanos han aprendido el axioma de crear un clima enardecido para que el Gobierno recién se ponga las pilas.
El desarrollo de la huelga no ha sido repentino e inesperado, como un terremoto, ha sido un evento planificado, que insisto, debió de ser postergado por las 48 horas solicitadas, total era claro que ni el MEF ni la PCM darían una solución. El ministrillo tuvo conocimiento del problema y oportunamente pudo sentar las bases de dialogo pero optó por la vía del escarnio.
Sé que una huelga médica, como la llevada hasta ahora, es impopular, pero ¿alguien me puede decir qué métodos de protesta se pueden usar? Del lado del gobierno la respuesta no ha sido benigna, sin abrir ninguna válvula de escape, por el contrario nos envió a la Controlaría por el asunto de las clínicas, a la Defensoría del Pueblo y a los Fiscales a verificar si los pacientes eran atendidos. Muchos de nosotros tenemos a pacientes internados que no podemos dejar, eso no quiere decir que no estemos en contra de la única política que ha llevado bien el minustrúsculo: la diatriba y la calumnia.
Por eso, el lanzamiento de huevos (duros por si acaso) no puede verse como un hecho premeditado sino como una reacción visceral, que no puede justificarse, pero que no alcanza para que nos diga miserables o cobardes y mienta descaradamente diciendo que tenemos de rehenes a los pacientes. Si fuera cierto, ¿tiene las pruebas?, ¿algún paciente ha quedado retenido en algún establecimiento de salud?
No las tiene, porque si las tuviera ya hubiese corrido a su canal amigo a denunciarla. ¿Porqué se ha quedado callado? o lo han callado.
Ni la estola roja lo ha curado del susto. ¿habrá que pasarle el huevo?